COMO LA PRIMERA VEZ
"Si Pudiésemos olvidar
casi todos los datos recogidos a lo largo de nuestra vida tendríamos la
oportunidad de caminar desde un nuevo principio".
Un comienzo libre, sin
imposición alguna, respetuoso con lo que somos, adicto a la vida, la pasión y
la eterna glorificación de la propia vida como herramienta de ascensión en
nuestro interior hacia una mayor grandeza del la experiencia del vivir y el ser
y el hacer y creer y el apostar y el perdonar y el compartir y el entregarse y
el dejarse traspasar por la vida, por el otro, por la energía, por la
experiencia, por la mente compleja y por la completa, por el todo por la vida
del árbol, del animal y de la otra persona en su camino de despertar.
El sin límite auténtico y
profundo de una vida completa, plena, llena,
libre, valiente, consciente, y en completo y constante proceso de
descubrir el amor en todo lo que existe, más allá de creencias, soltando encontrar
el sentido, el sendero y la perfección. Más allá de expectativa, miedo o
juicio, alejándose a cada instante del pasado y fundiéndose con él en contacto
de honra con la historia de tu alma, tu pensamiento, tu fuerza y tu flaqueza,
con tu absoluta rendición a tu ser, a tu voluntad, sin miedo a perderte de la
mano maestra que se encuentra en ti, no existe la pérdida.
Fluyendo en experiencias
de construcción hacia el más, como el árbol que florece sin freno llegando su
aroma mucho más allá de donde el mismo árbol preveía. Sin complejo por vivir,
por ser, por crecer, por mostrar desnuda la esencia que ahora habita tu cuerpo
más allá de la búsqueda de la perfección. Sin freno, sin freno, sin freno.
Sin miedo de ser lo que
ahora eres experimentándolo desde tu propia presencia y observación fuera del
tiempo. En absoluta entrega a las experiencias presentes y respeto de su
condición como plena expresión de la cualidad de alma, que se autoconduce hacia
la experiencia que anhela vivir-ser-expresar.
La rendición y humildad
de la esencia que eres, sin educación, sin fragua que amolde, sin especie
correcta, sin concreción directa antes de la propia experiencia, en fluir instantáneo
y libre de género.
Saboreando, oliendo,
oyendo, tocando, viendo desde los ojos del cuerpo y transportar todo ello a los
sentidos del alma, transportar cada experiencia en tu espacio interior hasta
ser acogido por las amorosas manos de tu ser que se mostrará en el proceso de
expresar en ti la transformación de cada vivencia en MAS.
Tomarte el
tiempo-espacio de llevar aquello que está delante de ti hacia ese espacio tuyo
íntimo y silencioso que es tú más allá de tu propia consideración ahora.
Tomarte unos instantes para permitir la experiencia dentro de ti, aunque te
parezca mayor que tu, saltando al vacío interno con la plena confianza de que
aquello que has llevado a tu interior será siempre acogido, sanado y
transformado para que tu mirada pueda ser nueva y brillante, y la vida se
glorifique a través de tu persona.
Esta valerosa actitud
transformará asombrosamente tus expectativas de tu propia vida, te devolverá
gran parte de tu poder personal, recuperará las heridas de tu alma y regirá
como una estrella envolvente tu proyecto de vida en la tierra. A tu paso la tierra sabrá que has conectado
con tu esencia y compartirá información y energía que antes se bloqueaba por el
miedo a la abrumadora experiencia completa de la vida.
Un sentimiento honorable
surgirá de tu corazón bendiciendo tu historia, tus raíces, tus pasos en la
tierra, tu linaje ancestral, sus propias vivencias, tus descendientes, tus
amores, tus pensamientos, tus sentimientos, tus intenciones más íntimas y
profundas, reconociéndolas, sanándolas y superándolas hacia intenciones más
libres plenas y conscientes, aportándote aquella libertad buscada durante toda
tu vida, y que desde el mismo momento en que te desnudes ante ti mismo/a
quedará restaurada y aperturada para ti y para siempre.
Como la primera vez
Reyes Lamprea Guerrero
20 de abril de 2014