NUESTRAS BIEN INTENCIONADAS EQUIVOCACIONES.
Voy a hablar de un aspecto importante sobre la educación de nuestros hijos: las rutinas. Dicen los pediatras que son convenientes las rutinas en los niños pues les tranquiliza saber qué va a venir después, es decir, después del baño la cena, después el cuento, el sueño… Comer a su hora, ver la tele en su horario… etc.
Pues no estoy de acuerdo en absoluto. Los niños crecen, se hacen adultos. Sabemos que uno de los mayores lastres en nuestra vida es la rutina, ¿por qué intentamos inculcarla a nuestros hijos? ¡Y además con el mismo nombre! Me parece increíble…
¿No será que nuestros hijos odian que le digamos "al baño ahora"?, en lugar de tomarnos la molestia de decirles "recuerda que en un ratito vamos al baño". ¿Respetamos sus ritmos? Pienso que quienes no respetan sus propios ritmos no saben respetar los de sus hijos. Creo que es importante recordar que ellos, desde que nacen, vienen con sus propios pensamientos y preferencias, y respetan mucho su persona. Ellos detestan que tú no les muestres respeto.
Yo, como adulta, no quiero rutinas, en absoluto. Quiero un día diferente cada mañana o cada noche, un día que me sorprenda, que yo pueda ir descubriendo sin tener que pedir permiso al reloj para salir, comer, estudiar o brincar.
Reyes Lamprea
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