LA TEORIA DEL GRAN JUEGO
Haz tu juego sin permitir la influencia de tus jugadas pasadas, sin ansiar el resultado de las futuras. Jugada a jugada, a cada tirada, jugando cada instante y perdiéndolo al jugarlo.
Esta teoría explica mi visión sobre la experiencia de la Vida, que yo llamo Juego y hubo quién llamó Sueño. A ti te llamo Jugador.
Se trata de desarrollar jugadas a lo largo de las distintas partidas en las que los jugadores deberán utilizar sus habilidades para ganar determinados valores positivos que a su vez les beneficiarán en el desarrollo del juego.
El número de jugadores es infinito pues no sólo se reparten en este tablero (Tierra), sino que existen incontables marcos de juego.
Las 5 reglas básicas:
1. El jugador se integrará en un vehículo que le acompañará todo el juego.
2. Encontrará a otros jugadores que también realizan sus propias partidas.
3. Sus acciones influirán en los otros jugadores y en el entorno.
4. Si el jugador pierde el vehículo sale del juego.
5. Los jugadores cuentan con libre albedrío, significa ellos marcan sus propias reglas.
Para que un jugador llegue al tablero siempre es necesario que sea invitado por otros jugadores pues sólo los que participan en el juego tienen potestad de incluir o eliminar jugadores.
El vehículo que transporta al jugador se transformará a lo largo de las diversas partidas, al igual que el propio jugador. Esto influirá en su capacidad de juego. El vehículo es imprescindible para avanzar en el juego. Es necesario un mantenimiento adecuado del mismo pues el mal funcionamiento también influirá en la capacidad de juego del ocupante.
El jugador tomará aliados que podrán ser hijos, padres, amores o maestros y que influirán en las jugadas que realice. De ahí la importancia de elegir aliados apropiados al juego que se desea desarrollar.
El tablero cambia constantemente a consecuencia de las jugadas que se realizan, así como los elementos ambientales, las herramientas de los jugadores, etc. Internet, las células madre, etc. son algunas de estas nuevas herramientas.
El vehículo integra capacidades necesarias para interactuar en el juego, son los sentidos. El circuito central o mente aporta constante información del entorno, los jugadores y las circunstancias.
Cada jugador toma un rol, que es asumido como consecuencia de lo que le aporta el entorno y que puede ser modificado a lo largo del juego. En el momento en que el jugador entra en el juego suele centrarse en el vehículo, extasiado en lo que los sentidos le aportan, olvidándose de sí mismo como jugador y del motivo de su juego. Al cruzar hasta el tablero, el jugador, pierde contacto con su objetivo y utiliza buena parte de su tiempo de juego intentando recordar dicho objetivo.
Los jugadores realizan fuertes conexiones con otros jugadores. Cuando dichas conexiones se rompen, bien sea por la salida del juego de un jugador “conectado” o por un alejamiento se produce un sufrimiento tanto del jugador como del vehículo. Todo sufrimiento del jugador repercute en el vehículo y viceversa.
Las unidades de tiempo no empleadas por el jugador no son acumulables, y desaparecen igual que si hubiesen sido utilizadas.
Recomendaciones:
Intentar minimizar las restricciones impuestas por el rol elegido.
No inmiscuirse en las jugadas de los demás jugadores, aunque estemos “conectados” a ellos pues cada jugador necesita hacer su juego, impedirlo va contra la naturaleza del propio jugador.
Recordar que las reglas impuestas por los jugadores sólo son para este juego y nunca subyugan a un jugador que realmente es libre en este y todos los juegos.
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