Los sentimientos son una parte fundamental de nuestra condición humana.
El proceso es sencillo... Cuando surge una emoción, nuestro cuerpo la experimenta a nivel físico/químico. Nuestra mente le da una calificación positiva o negativa, y ahí, cuando la consideramos negativa, comienza el proceso, habitualmente desafortunado, de querer deshacernos de ella pues no nos gusta sentir eso.
Consideramos que hay emociones que están bien y otras que están mal y durante este primer discernimiento comenzamos a enterrar lo que sentimos en un sinfín de excusas, distracciones y máscaras.
Los sentimientos son la "elaboración de una explicación de lo que siento." Es un proceso vivo pues según pienso "mi explicación" la propia emoción va respondiendo en un feedback que se siente en el propio cuerpo. Es decir, si mis pensamientos sobre lo que siento son liberadores, mi cuerpo, especialmente la zona del estómago y el vientre,se van distendiendo, desbloqueando, y el aire vuelve a esa zona, les estoy permitiendo poco a poco coexistir conmigo.
Si al contrario me avergüenzo, rechazo e intento ocultar eso de mi, se contrae, cristaliza y engrandece tomando fuerza en la zona del cuerpo afectada, pues yo les estoy dando tal poder sobre mi. Es como si creyésemos que aquello es más grande que nosotros.
Los sentimientos me sirven para comprenderme. Conforme nuestra mente va adquiriendo conciencia elaboro sentimientos mas respetuosos, amables, comprensivos y amorosos, lo que resulta muy sanador, pues nos alejamos de la primera tendencia de "deshacernos de ello".Son parte de nosotros, de nuestro momento actual y nos muestran como estamos viviendo lo que sucede.
Son importantísimos y es necesaria la honestidad que va a ser la única que nos liberará de su influjo negativo.
Gobernar los sentimientos es un paso enorme hacia nuestra íntima y poderosa gestión emocional. Se trata del gobierno consciente de nuestro mundo interno, se trata de acoger con los brazos abiertos todo lo que somos, sin reservas, sin expectativas; sin futuro ni pasado, un momento sagrado en el que estamos construyendo nuestra historia..., una historia que es tan grande como nuestro corazón lo permita.
La humanidad, ahora más que nunca, requiere de personas con grandes historias de amor, compasión y confianza en uno mismo/a... es la única forma de confiar en el ser humano.
¿Qué historia te estás contando sobre ti?
¿Cuento contigo? ¿También te contarás bellas historias sobre tu persona? Es un gran acto de amor.
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