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Para quien no haya asistido a ninguna consulta terapéutica expondré como suele desarrollarse en mi caso. A veces la persona necesita sobre todo exponer sus sentimientos, otras requiere de comprender ciertos hechos que recuerda y otras conocer los motivos de alguno de sus comportamientos o sentimientos actuales que no sabe de dónde proceden. A veces son de esta vida y otras otras les acompañan de vidas pasadas. Hay que entender que vivencias que ahora nos parecen terribles eran habituales en otras épocas.
Mi labor se centra en lograr un espacio de confianza plena donde, a través de la vibración de los Registros Akáshicos, que podría describirse como un "acunar amorosamente a la persona", ésta se disponga para una mayor apertura de su conciencia a algunos hechos de su vida.
En ocasiones el mayor desafío es que la persona suelte el control pues a menudo el orden de sus asuntos a comprender no es exactamente el que cree y es necesario que la sesión de trabajo se desarrolle por si sola. A veces comenzamos trabajando en los bloqueos ya manifestados en su cuerpo físico y que se reflejan en su campo energético. Esto nos da información de qué le está sucediendo ahora y de dónde procede.
Habitualmente la persona recuerda vivencias y detalles pasados por alto u olvidados. Suele haber sanación a través de la preciada información que sus Guías le ofrecen de forma sabia y amorosa. Puede accederse, a través de su capacidad de abrir el corazón al autoperdón y conciencia de inocencia, así como liberación hacia otros de rencores y daños.
Estas son sólo algunas de las posibilidades pues una sesión de Registros Akáshicos es única cada vez, ninguna es igual. Si la persona lo necesita ofrecen sencillas técnicas terapéuticas que pueden llevarse a la vida diaria, especialmente si hay hábitos muy arraigados y la persona necesita sanar un poco más.
Espero que esta información sea aclaratoria. Namasté.
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